jueves, febrero 15, 2007

Asylum

“ Pero yo no quiero estar entre locos – señalo Alicia.
Oh, no puedes evitarlo – dijo el gato – Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco, tu estas loca.
¿Cómo sabes que estoy loca? – pregunto Alicia.
Debes estarlo – dijo el gato – De otra forma no habrías venido aquí. ”

Lewis Carroll.
Alicia en el país de las maravillas.


“... Se deleita en contarme cada detalle de las atrocidades que le causó a mi amada Constance y a mi pequeña Harriet. Ríe, babea y me dice que le rogaron que abusara de ellas. Dice que su hija es una mujerzuela. Yo escucho. Lo trato por seis meses, Me asombra mi valor y mi compasión.

El primero de abril de 1922... En el primer aniversario... Lo ato a la camilla de electroshocks. Y quemo al bastardo asqueroso. Se tomó como un accidente. Esas cosas pasan. Mis fosas nasales están llenas de ozono y olor a carne quemada. Pero no siento nada. Hago el recorrido de los corredores entre tres y cuatro de la mañana. La rutina es importante. Una buena rutina aparta la mente de imágenes morbosas. A veces estoy seguro de oír risas histéricas, provenientes de una celda que yo sé que está vacía. Cubro con cinta el espejo de mi estudio. Las risas cesan. La casa es un organismo, hambriento de locura. Es el laberinto que sueña. Y yo estoy perdido.

Aturdidos por mi “corazón enfermo”, unos amigos me llevan a la ópera.... Parsifal de Wagner. ¿Acaso no entienden? ¿No ven que me rompo en mil pedazos? Tiempo. El tiempo se vuelve... Extraño.

Han pasado cuarenta minutos desde que consumí tres porciones del hongo amanita. No hay efecto. De pronto, me convenzo de que la casa está viva, y tratando de comunicarse conmigo. La presión atrás de mi cabeza me obliga a voltear. En su pequeño universo contenido, dos peces payasos, enormes y brillantes, están por chocar uno contra otro. Forman el signo de Piscis. ¡Piscis! ¡La atribución astrológica de la carta de la luna en el Tarot! El símbolo del sufrimiento y la iniciación. Muerte y renacimiento. Me han mostrado el camino. Debo seguir esa ruta. Como Parsifal, tengo que enfrentar la locura que me amenaza. Iré solo a la torre oscura. Sin mirar atrás. Para enfrentar al dragón en su interior. Solo tengo una preocupación. ¿Y si no soy suficientemente fuerte para derrotarlo? ¿Entonces que? La sustancia me domina, me siento pequeño y temeroso. Quizás hice lo indebido. En algún lugar, no muy lejano, el dragón arrastra todo su terrible peso por los corredores del asilo. Me sobrecoge una ola de terror perfecto. Y el mundo explota. No hay de que sujetarse. Ni un ancla. Me domina el pánico. Huyo. Corro ciegamente por el manicomio. Ni siquiera puedo orar. Pues no tengo Dios. Las puertas se abren y se cierran. Aplauden mi huida. Las cerraduras sangran. Un coro de niños lisiados sexualmente cantan mi nombre una y otra vez. Estoy cayendo. Oh, madre, ¿qué árbol es éste? ¿Qué heridas son estas? Soy Attis en el pino. Cristo en el cedro. Odin en la ceniza del mundo. Colgando en el árbol del viento, por nueve noches, herido por la lanza. Dedicado a Odin. De mi hacia mi mismo. Debo ver mi reflejo, para demostrar que aún existo. Afuera oigo que el dragon se acerca, cada vez más. Desesperado, quito la cinta del espejo, tira por tira, rompiéndome las uñas. Hasta que me revelo ante el cristal. Y me observo dentro de mi mirada. No puedo decir donde termino el dragon. Y yo empiezo. Pero, ¿No soy el héroe, el hombre del destino? ¿Acaso no enfrenté al gran dragon? ¿Dónde, entonces, está mi grial? ¿Mi tesoro? ¿Mi último premio? De pronto, llega el ansia de revelaciones, en forma de recuerdos que mi memoria canceló. Es 1920. Los árboles caen en la oscuridad, bajo un cielo inquieto. La lluvia azota las ventanas. ¿Por qué? ¿Por qué vine aquí? ¿Por qué tengo tanto miedo? Bajo la cama, grandes alas empiezan a agitarse. No estoy loco. No estoy loco. Veo la cosa que a perseguido y atormentado a mi pobre madre por tantos años. Lo veo. Es un murciélago. ¡UN MURCIÉLAGO! Oh, mi pobre madre. Ahora entiendo de qué trataba de apartarme mi memoria. La locura corre en mi sangre. Es mi derecho de nacimiento. Mi herencia. Mi destino. Alas de cuero me cubren.

Ya veo la virtud de la locura, pues este país no conoce ninguna ley o atadura. Compadezco a las pobres sombras, encerradas en esta prisión Euclidiana que es la cordura. Todo es posible aquí, y yo soy lo que la locura me ha hecho. Integro. Y Completo. Libre al fin.”

Grant Morrison.

jueves, febrero 08, 2007

Just A Joke...

"Verás, no me importa si me agarras y me devuelves al sanatorio. He demostrado que no hay ninguna diferencia entre yo y los demás. Tan solo hace falta un mal día para volver loco al hombre más cuerdo del mundo. Esa es la distancia que me separa a mí del mundo. Un mal día.

Tú también tuviste un mal día una vez ¿verdad? Sé que sí, me doy cuenta. Tuviste un mal día y todo cambió. ¿Por qué si no habrías de vestirte como un murciélago? Tuviste un mal día y te volviste loco, como los demás... ¡Pero tú no puedes admitirlo! Tienes que seguir fingiendo que la vida tiene algún sentido. ¡Que toda esta lucha tiene algún significado! Dios. Me das ganas de vomitar.

O sea ¿Qué te pasa? ¿Por qué te convertiste en lo que eres? ¿La Mafia mató a tu novia, quizas? ¿A tu hermano lo mató un ladrón? Seguro que fue algo así. Algo así. A mí me ocurrió algo así. ¿Sabes? No sé exactamente qué. A veces lo recuerdo de una forma, y aveces de otra.Ya que tengo que tener un pasado, prefiero poder elegir entre varios. Ja ja ja. Pero el caso es que me volví loco cuando descubrí que la vida era una asquerosa broma de mal gusto. ¡Me volví loco como una cabra! Lo admito. ¿Por qué no puedes tú hacer lo mismo? O sea, no eres estúpido, tienes que poder ver la realidad de la situación.

¡Todo es una broma! Todo aquello que alguien ha valorado o por lo que ha luchado... ¡Todo ello es una broma demente y monstruosa! . . . "

Palabras de JOKER a BATMAN... Delírios. El "héroe" los escucha y aunque se niega a aceptarlo, les encuentra mucho sentido. La realidas es solo una broma...

" . . . ¡Señoras y señores! Ya han leído acerca de ello en los diarios. Estremézcanse ahora, al ver ante sus propios ojos, el error más trágico y extraño de la naturaleza. Ante ustedes, ¡El hombre común! Para compensar su falta de valía física, tiene un sistema de valores deforme. Observen la asquerosa soberbia de su sentido de la importancia de la humanidad, su desfigurada conciencia social y su optimismo envanecido. No es para todos los públicos, ¿No les parece? Lo más asqueroso de todo son sus inútiles y frágiles nociones de orden y cordura. Si se les coloca demasiada carga sobre la espalda, se quiebran. ¿Que cómo viven, se preguntan? ¿ Cómo sobrevive un espécimen tan patético y pobre en este duro e irracional mundo? La triste respuesta es que "con dificultades". Enfrentando al ineludible hecho de que la existencia humana es una locura sin sentido ni dirección. Uno de cada ocho se quiebra para perderse en la demencia más absoluta. ¿Cómo culparles? ¡En un mundo tan loco como éste actuar de otra forma sería de locos! "

THE JOKER.
Extracción de "La Broma Mortal", Alan Moore.

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