The Journey

Despues de años de auscencia por fin volví a salir de esta caótica ciudad a unas no precisamente merecidas vacaciones, tampoco necesarias pero si bastante anheladas.

El destino: la isla de Michigan en el estado de Guerrero. Tras una intensa busqueda por conseguir dinero al fin me vi en la terminal de Taxqueña formado para comprar los boletos e iniciar la travesía.

Desafortunadamente y por razones que no voy a recordar en este momento, mi pequeño contingente se vió obligado a desviar la ruta que estaba planeada para el viaje: DF terminal Taxqueña - Tecpan de Galeana, Tecpan - Michigan.

En vez de eso, el viaje se torno un poco más accidentado: Esperar en la terminal de Taxqueña 12 horas a la salida del camión a las 12 PM, el reloj marcaba las 12 AM. Pretendiamos irnos en la madrugada pero solo encontramos boletos a esa hora, y como ya era tarde el único transporte de regreso a mi casa era un taxi que me hiba a cobrar unos 150 pesos, y como no teniamos dinero para andar gastando pues nos resignamos a esperar. Cuando por fin dieron las 12 emprendimos nuestro viaje no hacia Tecpan, si no hasta Chilpansingo, a donde llegamos 3 horas tarde por eso del tráfico. De Chilpansingo tomamos un autobus hasta Acapulco, tras pedir unos cuantos informes en la terminal del puerto, nos fuimos de a aventón a un paradero, en donde despues de 45 minutos, abordamos un autobus para en entronque de la "Y". Una vez ahí un nuevo aventón hasta San Joaquin y en donde tomamos un taxi para finalmente llegar a Tecpan de Galeana.

Cabe mensionar que a Tecpan llegamos como a las 11 y media de la noche por lo que ya no había transporte para la costa, por lo que tuvimos que vegetar durante toda la noche en los jardines de la iglesia del pueblo, afortunadamente era jueves santo, por lo que habia un buen de banda y nos regalaron pan, café, té, atole y tamales, entre otras cosas (chakaleando en la casa del señor, caracteristico de una piltrafa humana como yo).

Así amanecimos en el patio de la iglesia, nos levantamos y emprendimos de nuevo la jornada en micro hasta un pueblito que no recuerdo su nombre de donde emprendimos una caminata de unos 3 o 4 kilometros para pedir un tercer aventón hacia la costa. Una vez ahí nos subimos a una lanchita para finalmente descender en Michigan.

De tal manera se dío la ida, y ya en Michigan, en un transcurso de 2 dias pues pasaron varias cosas, entre las cuales me enfermé, me queme la espalda y los hombros con el sol, pase hambre y sufrí una espera de 5 horas en la terminal de Chilpansingo para el viaje de regreso.

Ahora bien, analisando todo lo sucesido me he puesto a pensar en si lo volvería a hacer. La pregunta es demasiado sencilla de responder, por supuesto que haria todo de nuevo, esxactamente igual.

See you all my dark souls in hell...